Por Boann
Me considero una mujer práctica, pienso que la vida es breve y si no tenemos cuidado los lamentos pueden ser eternos. Para no quedar atrapada en ellos, me gusta creer y no perder de vista que todo es cíclico. Eso me permite mirar en mi horizonte el final, un nuevo inicio, la siguiente luna nueva.
Así que con ánimos de sanar vengo a compartirles mi lista personal para cerrar un ciclo amoroso y superar una ruptura sin perder el amor propio:
1.- Yo no “te di mi corazón”, yo te compartí mi corazón
Hay que romper con esta frase “romántica” que nos objetiviza. Es muy fácil que te invadan las ideas de “no fui suficiente” o el sentirse “desechada” cuando te piensas como algo “para dar”, “para tener” o “poseer”. Aprópiate de lo vivido, TÚ decidiste abrirle la puerta a tu pareja y tú puedes cerrarla. Tu cuerpo y corazón son tuyos, recuerda que nadie te pertenece, ni eres una posesión.
Para cuidar el amor propio siempre ten en cuenta cómo te hablas, cómo te piensas, cómo te describes. Si ya no quisiste compartir con tu pareja o él ya no quiso compartir más contigo, agradece el tiempo que pasaron juntos y avanza.
2.- Quiébrate
Sí, sin miedo y con ganas. Quiébrate. Dejar de compartir tu corazón, cuerpo y tiempo con el ser amado es motivo suficiente. Pienso que de grandes fracturas pueden surgir bellas creaciones. Soy fanática de la tradición japonesa llamada “Kitsugi” en donde para reparar cerámica o vasijas rellenan con oro, plata o platino las fisuras. Aplicado al dolor de corazón, me invita a pensar que todo lo que pasa, hasta lo más desagradable, no refiere precisamente un final sino una oportunidad para mejorar o iniciar una nueva etapa. Acepta y llena de oro tus cicatrices.
Sé vulnerable porque ahí puedes encontrar tu verdadera fortaleza, nuestra editora Carol te puede hablar de la importancia de esto.
3.- Hazte responsable de tu dolor
Para avanzar, intenta en lo posible no idealizar. Ni tu relación, ni a tu pareja. Tu pareja tuvo sus fallas, reconócelas, reconoce las tuyas. Algo te aportó, en algo te ayudó. Reflexiona y admite porqué las cosas dejaron de fluir entre ustedes, aunque duela no estés hiper analizando las culpas. Así como diste amor, reparte las responsabilidades y no cargues con cosas que no te corresponden.
4.-No te flageles
Sólo gasto letras porque sabemos que lo harás. Y ok, hazlo. Pero te sugiero límites. Tú decides en la medida que más se acoplen a ti, elige si serán horas, días, semanas, meses, años. Sácalo, pero ten en cuenta que te debes amabilidad. Promete que entre cada “qué pendeja fui” dicho, habrá una cucharada de nutella o el postre de tu preferencia viajando hacia tu boca. Tendrás una persona de confianza cerca y no iniciarás relaciones / comportamientos tóxicos para “ayudarte a avanzar”.
Cada proceso de duelo es distinto, medita bien lo que necesitas e intenta apegarte a ello CON RESPETO. No te autodestruyas de ninguna manera. Promete que después, de cierto número de insultos, días miserables, malos pensamientos y sesiones de stalkeo, pararás.
Y para recordarnos la importancia de no stalkear, puedes leer la experiencia que tuvo nuestra editora Jess al stalkear a su ex y encontrar ESA foto c*ulera.
5.-“Llena tu vida de primeras veces”
Le dije esto a una amiga que había terminado una relación tóxica y tenía miedo de salir a una cita. Lo que fue una frase para animarla a tener esa primera cita, hoy es una de las frases más motivadoras en mi vida. Intenta nuevos hobbies, vuelve a viejos, viaja, reconecta con personas, prueba nuevas comidas que no habías experimentado, compra esa prenda, libro, mueble, planta que siempre quisiste. O ¿por qué no? intenta un nuevo look pa’l cierre de ciclos. Tal vez no le encuentres mucho sabor cuando inicies (como seguro mi amiga no lo hizo en esta cita) pero el punto es intentarlo cuando te sientas lista, aunque tengas miedo sal a llenar tu vida de nuevas primeras veces.
No se trata de que con esto superes a tu ex, se trata de que acumules sensaciones agradables que vayan siendo un bálsamo en tu proceso. Tú tienes que brindarte esas oportunidades y espacios para sanar o redescubrirte.
6.-Siempre hacia la paz
Intenta que cada decisión que tomes durante tu proceso de duelo te lleve a la paz. Es difícil, las emociones nos traicionan, pero si no estás segura de una decisión, pregúntate si lo que vas a hacer te traerá más complicaciones o paz mental. A veces, por decidir con la entraña, llegamos a puertos más obscuros del que estamos saliendo. El desapego es doloroso, pero hazlo con cuidado porque te mereces estabilidad mental.
Siento que podrás ver con claridad la siguiente luna nueva en tu vida, si no olvidas 3 cosas que considero vitales.
Es importante vaciarse para recibir: no conserves enojos, miedos, rencores. Encuentra una forma sana de externar para que puedas recibir de buena manera lo positivo que llegará. Tienes que depurar para sanar: quédate con los buenos recuerdos y el aprendizaje, quédate con lo que te hizo crecer. Y hay que avanzar para vivir: mucho más nos espera adelante. ¿Otro amor? Tal vez. Recuerda que el amor se manifiesta de muchas maneras, en tu familia, con amigos, un nuevo proyecto. Sé paciente, abraza el amor propio y aunque duela, poco a poco, avanza. La luna está ahí para recordarte que es un ciclo, ninguna sanación es linear, ten paciencia, respira profundo y repite:
Vaciarse para recibir, depurar para sanar, avanzar para vivir.

Feministas haciendo contenido. Escucha nuestro podcast: Lo que callamos las Violetas.
¡Me encantó! Soy relativamente nueva siguiente este blog y la última frase: «Vaciarse para recibir, depurar para sanar, avanzar para vivir» es lo que muchas necesitamos escuchar en momentos dolorosos <3
Excelente entrada.