Karina Correa es psicóloga clínica y además de ser coach motivacional brinda acompañamiento psicológico. Ha sido voluntaria en centros de integración juvenil donde ha trabajado problemáticas como las necesidades educativas, el VIH, las adicciones, la violencia y el abuso sexual. Ella cree firmemente en el poder del diálogo y considera necesario expresar lo que se siente y lo que se piensa para cambiar personal y socialmente.

Platicamos con ella sobre la importancia de la salud mental y también sobre la violencia de género:

Es importante ir a terapia porque empodera a las personas y ayuda a mejorar la calidad de vida pero queremos saber, ¿cuándo debemos acudir al psicólogo?

Yo creo que debemos tener la cultura de ir al psicólogo como cuando acudimos a un chequeo médico, no debemos esperar a que las cuestiones externas o internas nos impidan estar bien. Ir al psicólogo no sólo es tratar historias tristes, patologías o conflictos, también se  hablan historias de éxito; sirve para maximizar habilidades, descubrir motivaciones, entre otras cuestiones positivas.

Karina, al igual que tú creemos firmemente en el poder del diálogo, sin embargo, hay algunas personas a las que aún les cuesta hablar. A los hombres, por ejemplo, a causa del patriarcado siempre les han enseñado a reprimir sus sentimientos, lo que en muchas ocasiones desencadena una gran serie de problemas de violencia.
¿Cómo podemos deshacernos de este estereotipo de que los hombres son el “sexo fuerte”?

Creo que es importante enseñar desde la infancia, sin embargo, para aquellos hombres que tuvieron una educación machista me parece que brindar información por parte de especialistas es importante. Además quienes estamos del otro lado o hemos roto el paradigma de “los hombres son el sexo fuerte”, tenemos una responsabilidad: somos agentes de cambio y por tanto es importante llevar el tema a la mesa. Yo lo platico incansablemente, es vital hablarles de los beneficios de la perspectiva de género, evitar justificar su comportamiento machista y hacerles frente. Recuerdo una ocasión, cuando mi primo le dijo a su bebé “lloras como niña”, estábamos en una reunión familiar y le dije “llora como ser humano”, llorar no es ser débil y una mujer es fuerte,  todos me voltearon a ver y mi tía que suele ser machista respondió “ tienes razón”. Ahí fue cuando pensé, quizá nos falta hacer frente y aunque recibamos o no aprobación, ya hemos sembrado una idea que será cuestionada.

Hablando de parejas heterosexuales, es importante que si somos mujeres seamos capaces de pagar la cuenta, de no tener miedo de ofenderlos o  hacerlos sentir menos. Cómo mujeres también es importante ceder el lugar en el autobús a hombres con hijos en brazos o señores de la tercera edad. Con estos ejemplos quiero decir que llevemos a la acción lo que promovemos y deseamos cambiar, debemos ser congruentes.

También empezar con uno mismo, ser conscientes cuando estemos teniendo actitudes, pensamientos machistas y corregirlo. Sin duda hay mucho por hacer, pero en resumen, empezar a cuestionarnos y escucharnos nosotros mismos. También llevar el tema a la mesa, corregir, realizar acciones, educar con perspectiva de género, hablar de diversidad, educarnos sobre sexualidad, entre muchas cosas más.

¿Cómo podemos hacerles saber que ellos también necesitan hablar sobre sus sentimientos y cuestionar sus comportamientos tóxicos?

Desarrollando la empatía y siendo realmente empáticas  con ellos. También haciendo comentarios asertivos cuando se vean vulnerables, por ejemplo: si mi novio es un chico que llora con las películas puedo hacer comentarios como “me gusta que seas un hombre real”, “conmigo puedes llorar, te entiendo”, creo que hay que aprovechar cualquier momento, esto es para hacerles saber que pueden y tienen el derecho de ser seres humanos.

Respecto a  cómo cuestionar sus comportamientos tóxicos es evitando justificar sus actitudes, aprender a decir esto no me gusta de manera asertiva, nunca tratar de imponer o atacar pues esto genera violencia y la persona se cierra y ya no escucha;  no evadir comentarios por inocentes que parezcan, cuestionar las ideas que tienen o expresan. Todo lo que hagamos dependerá del contexto,  debemos actuar y pensar desde la empatía, así como desde la asertividad.  

Por otro lado, las mujeres somos más propensas a decir lo que sentimos pero muchas veces nos tachan de “locas” o “histéricas”. Te ponemos un ejemplo muy evidente, los casos de violencia que fueron expuestos en redes sociales con el movimiento Me Too fueron recibidos de una manera negativa por parte del público masculino y buscaban la manera de desmentir y/o desacreditar a las víctimas, ¿qué crees que deben hacer los hombres para desarrollar su empatía hacia nosotras?

Creo que cuando se inicia algo que refleja acciones del otro, puede molestar o incomodar, sobre todo si están identificados con quien ejerce la violencia, a nadie le gusta ser el villano del cuento, así que me parece que debemos entender ese enojo y ampliar el panorama, pues tanto hombres como mujeres acosan.  También pienso que ellos necesitan mayor orientación, de algún hombre o mujer que estén informados, para que desarrollen su empatía.

Queremos profundizar en el tema de la violencia porque tenemos una sección en la que recibimos diversos casos de mujeres que tienen miedo de denunciar y creemos que es válido por todo lo que implica y por la atención ineficiente que brindan las autoridades, pero en el plano emocional, ¿Qué debemos hacer cuando somos víctimas de violencia?

Reconocer la violencia, encontrar redes de apoyo y si no hay redes de apoyo uno mismo puede serlo, identificar y reconocer las emociones que sienten. Dejar el papel de víctima para identificar fortalezas, cualidades y características que nos empoderen.

Y también quisiéramos que nos dijeras ¿hasta qué punto podemos ayudar a una amiga o mujer cercana que sabemos sufre o sufrió de violencia?

Me parece que es importante identificar cuando nos necesitan realmente, pues podemos molestarlas o asustarlas más y perderemos su confianza. Si la vida de ella o alguien más corre peligro, ya sea por abuso sexual, amenazas de muerte, violencia física o psicológica, ahí tenemos que actuar y encontrar una forma de protegerla.

Al igual que nosotras estás muy familiarizada con los casos de violencia, y nos ha tocado escuchar y leer testimonios que nos han roto el corazón y son difíciles de digerir. ¿Alguna vez te has enfrentado a esta situación y cómo la manejaste?

Si, precisamente mi tema en TED hablará sobre un tema de violencia.  Pero he vivido otros, por ejemplo: tuve una relación que creí no poder terminar, por presión social.  Un ex novio me llamo egoísta por querer estudiar más allá de la licenciatura, por dudar en tener o no tener hijos y si los tenía, él sería quien haría las funciones del hogar y cuidado,  obviamente compartidas, pero yo prefería trabajar. Por eso se enojó, me dijo que mi vida no tendría sentido y que él quería una mujer como su madre, una señora a quien yo admiraba y apoyaba, pues hacía todas las labores del hogar, tenía un ambiente armonioso, con su marido, sus tres hijos mayores, pero tenía una carga de trabajo doméstico enorme, y de vez en cuando me decía “ojalá tuviera una niña que me ayudara”, era claro que aunque sean “hombres agradables, respetuosos” seguían siendo machistas por la forma en que querían tener a sus parejas: en casa con todas las cargas y con los hijos.

Platiqué con él, después de muchas conversaciones, se dio cuenta de ciertas cosas, de las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres, pero su miedo a no tener una mujer tradicional me alejó y terminé la relación. Fue difícil, estuve un año tratando de terminarlo, creo que mi formación en psicología así como las terapias que tomé al final de la carrera, me dieron la fortaleza y el impulso para concluir esa relación. Pues aunque él no era violento físicamente, tenía ideas machistas, sus comentarios me hacían daño psicológicamente y pese a que algunas ideas iban cambiando, seguía aferrado a otras. Una dificultad fue que la gente me criticaba, porque “él era bueno”, claro lo era, era trabajador, dedicado, fiel, por lo que difícilmente se mira el machismo en alguien que lo hace de forma sutil, e incluso los comentarios te hacen dudar, si hiciste lo correcto, pero ahora miro como es mi novio actual y reafirmo que hice lo correcto.

Por último Karina, ¿qué significa para ti poder ser speaker de TED?

Creo que hay un antes y un después de TED, si quieres impactar positivamente debes darle el protagonismo a tu idea, cuando se trata de la idea, invitas a otros a sumarse, e incluso te sumas tú. Creo que TED te hace mirar al mundo de una forma más humilde, positiva y responsable como generador de ideas.  

No te pierdas a Karina el próximo 25 de mayo en #Reinicio de TEDxMérida










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