Nuestra nueva obsesión es la reciente comedia de Amy Sherman-Palladino —también creadora de la exitosa Gilmore Girls— que lleva por título The Marvelous Mrs Maisel, consagrada con 8 estatuillas en la pasada edición de los Emmy y a menos de un mes del estreno de su segunda temporada en verdad necesitamos compartir las razones por las que tienes que verla lo más pronto posible.
The perfect wife / daughter / mother
Midge Maisel no podría ser más perfecta: es una esposa divertida y empática, una hija cariñosa y una madre ejemplar. Su familia es el núcleo de su vida; reside en un departamento de ensueño en el Upper West Side (sus papás son sus vecinos) en el que cumple felizmente con los trabajos domésticos que se le demandan y aún tiene tiempo para preparar un delicioso brisket y acompañar a Joel, el amor de su vida, a un bar en el que prueba suerte con una rutina de stand up. Ella toma el rol de manager con el objetivo de que Joel pueda anotarse en la lista de presentaciones en horario estelar. Por fortuna se ha convertido en una experta que negocia con la ayuda de sus platillos, su encanto y unas cuantas mentiras. Siempre lo logra: el “Gashlight” estalla en risas por la actuación del comediante amauter Joel Maisel.
Es una mujer dedicada que toma notas de los actos de su marido para que después de cada presentación puedan medir el éxito juntos. En resumen, Midge personifica todo lo que “deber ser” una mujer en la década de los cincuentas. Su vida es perfecta y a pesar de su genuino y descarado sentido del humor encaja perfectamente en el papel de mujer ideal.
Rompiendo el molde: el despertar de la mujer sumisa
A pesar de que la serie está ambientada en los cincuentas, no podrás evitar sentirte identificada con el problema que atormenta a Midge: el desamor. Ese momento clave cuando te das cuenta que el amor de tu vida no es el amor de tu vida y comienza la verdadera aventura: reencontrarte contigo. Es en este punto que el guión nos toma de la mano y en compañía de la increíble interpretación de Rachel Brosnahan soltaremos grandes carcajadas por la manera en la que enfrenta a sus tradicionales padres judíos (interpretados magistralmente por Tony Shalhoub y Marin Hinkle), la tensa pero graciosísima relación que emprende con Susie (su nueva amiga / manager) y el tan temido (pero necesario) proceso de superar al ser amado.
Finalmente, Midge se da cuenta que no necesita un hombre a su lado como la sociedad le ha hecho creer durante tanto tiempo, es espontáneamente divertida y cuenta con el talento e inteligencia para transformar su catarsis en una gran comedia, por lo que la conversión de esposa sumisa a comediante empoderada nos hará sentir muy orgullosas de Midge como si fuera nuestra mejor amiga.
Stand up femenino: irrumpiendo en el escenario de los hombres
El stand up ha sido un género de la comedia dominado en su mayoría por hombres. Si hacemos un breve repaso a las voces más reconocidas en los escenarios de la comedia estadounidense encontraremos nombres importantes como Bob Hope, Lenny Bruce, Don Rickles, Dean Martin, Bill Cosby, Robin Williams, Steve Martin, Jim Carrey, Billy Crystal y Jerry Seinfeld sólo por mencionar a algunos. Una de las primeras mujeres en incursionar en los actos de comedia en vivo fue Phyllis Diller, quién le abrió las puertas a otros talentos femeninos como Joan Rivers, Lily Tomlin y Roseanne Barr. No podemos olvidarnos de aquella escuela llamada Saturday Night Live que nos obsequió a importantes talentos.
Por otro lado, en México los nacidos en los 90’ crecimos riéndonos con Miguel Galván, Polo Polo, Jo Jo Jorge Falcón, Adal Ramones y Liliana Arriaga mejor conocida como “La Chupitos”. En la actualidad un grupo de jóvenes mexicanos —impulsados por Netflix y Casa Comedy— están reviviendo el stand up: Chumel Torres, Sofía Niño de Rivera, Alex Fernández y Ricardo O’Farril son algunos de ellos.
Si bien no hay una fórmula para el éxito, creemos que el gran acierto de Amy Sherman Palladino fue crear un personaje femenino que apuesta por su feroz ingenio para rebelarse, romper con el orden social con la firme intención de invadir el territorio masculino y reinventarse a sí misma. La protagonista no teme apostar por una profesión que claramente no estaba bien vista para las mujeres en una época tan conservadora y se aferra al sueño de conquistar al público con su nueva perspectiva del mundo. Palladino nos plantea una importante resolución en pleno apogeo del movimiento feminista: deconstruirnos a través de la comedia.

Feministas haciendo contenido. Escucha nuestro podcast: Lo que callamos las Violetas.