Por Ana Acatl

 

Me llamo Ana, soy del Estado de México, el estado registrado como el primer lugar a nivel nacional de feminicidios y Nezahualcóyotl, una de las zonas que más transito, se encuentra entre los municipios con mayor número de agresiones a mujeres en lo que va de 2018. Mido 1.50 metros y tengo 23 años aunque luzco de mucho menos, parezco frágil y en muchos sentidos lo soy, pero nada de eso me impidió viajar sola. Contextualizando esto y narrando lo consciente que soy del riesgo que corro al salir a caminar por las calles de mi casa, comprenderán que mi mayor miedo al viajar sola por primera vez era ser agredida por algún hombre, sobre todo después de leer notas periodísticas que narran casos de mujeres asesinadas en sus viajes, como el de Maria Trinidad, quien fue violada y asesinada en su primer viaje sola a Costa Rica.

He viajado en solitario por México y días antes de mi primer viaje me encontraba consternada, me pregunté ¿realmente lo harás? ¿en serio? ya estaba todo hecho, me gusta viajar y no me impediría hacerlo el hecho de no tener con quien ir. A pesar del miedo lo hice y puedo asegurar que es la experiencia más reconfortante que he tenido en los últimos años, por lo que te quiero contar el por qué debes atreverte a viajar desde mi perspectiva.

 

¿Qué miedos vencerás?

Durante mi primer viaje pude identificar muchos miedos que me acongojaban y que poco a poco fui perdiendo. Antes narré que mi miedo más grande era ser agredida, por eso me prometí no salir de noche ni beber alcohol, sin embargo, mientras pasaron los días fui conociendo a personas que me brindaron la confianza para divertirme con ellos de madrugada. Creo que es necesario siempre estar alertas, pero también es importante relajarse y disfrutar un poco si tu sexto sentido te indica que estas en un ambiente seguro, aunque todo debe ser con medida siempre y nunca perder la consciencia, pues recuerda que estás sola en un lugar donde nadie te conoce.

Lo más complicado de mi viaje al principio, era el miedo que sentía al tener que trasladarme de un lugar a otro, el trayecto de ida para llegar a mi destino me generaba muchos nervios e inestabilidad, sin embargo, conforme pasó el tiempo fui notando que los lugareños son muy amables al explicar cómo llegar a tu destino. Si quieres evitar las preguntas ¿con quién vienes?, ¿vienes sola? de las personas que abordes, es importante que antes de salir de viaje te informes sobre las rutas que puedes tomar a través de plataformas de internet, o grupos de viajeros en Facebook en los que te pueden ayudar quienes ya conocen esos lugares.

Otro de mis miedos era perder mi dinero, que me lo robaran o gastarlo antes de tiempo por no administrarlo bien, en un viaje que hice a Veracruz perdí mi monedero en el que llevaba todo mi dinero en efectivo y mi tarjeta, por lo que me quedé varada allá sin un peso. Al final resolví el poder volver a casa, pero me prometí nunca más vivir una experiencia semejante. Para evitar esto suelo dejar la mayor parte de mi dinero en mi tarjeta y saco lo suficiente para sobrevivir un par de días, el dinero que llevo en efectivo lo reparto en distintos lugares: mochila, chamarra, bolsas, hasta hice pequeños compartimientos en algunos pantalones para guardar un poco de dinero ahí, por lo que si perdía el monedero ya no sería con todo el dinero adentro.

Para administrarme y no gastar de más, investigué los transportes y hospedajes más económicos, además, en hostales solía cocinar para evitar gastar y extender mi viaje por más días, usar el transporte local también ayuda y sobre todo no despilfarrar en cosas innecesarias. Durante mi travesía realmente no me importaba el hecho de ir sola y aburrirme, en realidad me caigo bien, me siento bastante cómoda sin compañía, siempre fui muy tímida por lo que nunca he tenido muchos amigos y viajar sola también me mostró muchas ventajas.

 

 

Ventajas de viajar sola

Hay muchas ventajas bastante agradables que se aprecian al viajar sola y no en compañía. Yo por ejemplo descubrí mi capacidad de hacer amigos, a raíz de mis viajes tuve que abrirme con la gente, lo que me ha convertido en una mujer sociable y curiosa, que ahora no pierde la oportunidad de conocer a las personas y aprender un poco sobre la forma en la que interpretan el mundo, ya que viajando, uno conoce personas de todo tipo, con ideologías, nacionalidades y posibilidades económicas distintas, por lo que siempre es interesante conocer por qué están en el mismo lugar que tú.

Otra de las ventajas es la posibilidad de poder administrar tu tiempo como quieras, pues no tienes que pedirle opinión a nadie o rendir cuentas a ninguna persona, las decisiones que tomas te afectan a ti y a nadie más, por lo que literalmente, puedes hacer lo que se te hinche en gana y nadie saldrá afectado. Esto es algo muy complicado de lograr en otro ambiente, las decisiones suelen afectar a terceros, pero en mis viajes la única que ha contado soy yo.  

También es cierto que los viajes nos cambian, vuelves siendo una persona completamente distinta. A raíz de mis experiencias, he notado que mi curiosidad por conocer lugares, gente, eventos o cualquier cosa que se esté manifestando en otro lugar aumentó, pues una vez que descubres que tienes la posibilidad de ir a donde quieras y vivir una experiencia en la que aprenderás sobre historia, costumbres, cultura y hasta política,  se convierte en una adicción de conocimiento.

A pesar del miedo que he sentido siempre en mi comunidad y la precaución con la que he tenido que aprender a vivir, sin duda una de las enseñanzas más grandes que me dejó el viajar sola fue el poder descubrir que hay más gente buena que mala en México, y sobre todo que la población mexicana siente una profunda empatía e interés por ayudarte, pues algunas personas esperan que si algún día sus hijos visitan otros lugares, los traten como ellos nos tratan a nosotras.

Desde mi perspectiva puedo asegurar que en México hay más gente buena que mala, por lo que es posible que haya más gente que quiera ayudarte que dañarte, encontrarás familias que quieran acogerte y brindarte posada sin nada a cambio, gente que quiera alimentarte o llevarte a conocer lugares turísticos de su comunidad. Siempre que suceda algo así debes reflexionar mucho la decisión que tomarás, y si crees prudente aceptar, hazlo, o bien, si algo te indica que puedes correr un riesgo, haz caso a eso y aléjate.

 

 

Cosas a tomar en cuenta

Es muy importante investigar bien el lugar que quieres visitar, para así corroborar que llevas el presupuesto adecuado para la zona, pues hay lugares más caros que otros, también debes informarte sobre los índices de delincuencia en cada lugar, para que así tengas más conciencia sobre los riesgos que puedes correr. Una vez en el lugar siempre pregunta a los dueños de los hostales donde te hospedes que tal está la seguridad en esa zona, hay muchos lugares de México que aún son muy tranquilos, pero otros tantos son inseguros, por lo que es importante que tengas certeza de dónde estás parada.

Sin duda todos los viajes son diferentes, pero debes tomar en cuenta algunas situaciones que podrían afectar tu camino, como el hecho de que puedes enfermarte de cualquier cosa que ni imaginas, por lo que debes ir preparada con medicamentos y la cartilla de salud para ser atendida en algún médico de la localidad, o en caso de viajar al extranjero, hacerlo con seguro de salud.

Siempre que viajes utiliza el transporte local, eso ayudará a que tu presupuesto dure por mucho más tiempo, pregúntale a los locales en cuanto está el costo de algún servicio o un aproximado del precio para llegar a algún lugar, así si alguien quiere cobrarte de más puedes tener un referente del precio real que deben cobrarte.

Hay muchas razones por las cuales emprender un viaje sola, si lo estás considerando, hazlo, una vez que te atrevas notarás que no es tan complicado como parece y nunca más dejarás de visitar los lugares que quieres por no tener con quien ir.

Buenas vibras y buenos viajes a todas.

 

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